Este valor nos ensena a conservar la calma en medio de nuestras ocupaciones y problemas, mostrandonos cordiales y amables con los demas. Hoy en dia tenemos tantos problemas y asuntos que resolver! Y a veces parece como si nadie se diera cuenta de todo lo que tenemos que resolver al mismo tiempo: trabajar, estudiar, encargarnos del hogar, ajustar nuestro presupuesto y seguir cumpliendo con nuestras responsabilidades, Parece imposible que en medio de tantas preocupaciones y contratiempos, podamos conservar la serenidad para resolver todo sin caer en la desesperacion ni afectar a los demas con nuestra impaciencia.
El valor de la serenidad nos hace mantener un estado de animo apacible y sosegado aun en las circunstancias mas adversas, esto es, sin exaltarse o deprimirse, encontrando soluciones a traves de una reflexion detenida y cuidadosa, sin engrandecer o minimizar los problemas.
Cuando las dificultades nos aquejan facilmente podemos caer en la desesperacion, sentirnos tristes, irritables, desganados y muchas veces en un callejon sin salida. A simple vista el valor de la serenidad podria dejarse solo para las personas que tienen pocos problemas, en realidad todos los tenemos, la diferencia radica en la manera de afrontarlos.
Con el fin de conocer mejor la importancia de la serenidad, primero debemos hacer conciencia de algunas realidades que nos impiden lograr desarrollar este valor con eficacia:
– No podemos abandonar nuestras ocupaciones habituales y escaparnos a algun lugar lejano para meditar con tranquilidad; dejarnos arrastrar por la tristeza; trabajar con menos intensidad, o esperar a que alguien tome nuestro problema en sus manios y lo resuelva.
– Toda dificultad ve mas dificil y mas grave que las anteriores (maxime si en el momento se agrega a otras que ya tenemos).
– Nos empenamos en encontrar la solucion casi de manera simultanea al surgimiento del problema, algunas veces se da, pero no siempre. Por lo general toda situacion requiere un consejo o un analisis profundo y detenido.
– En estado de tension, por nuestra mente pasamos y repasamos las mismas palabras, las mismas opciones y los mismos pensamientos sin llegar a nada y aumentando nuestra ansiedad, perdiendo tiempo, energia y buen humor.
La serenidad no se da con el simple deseo, si asi fuera, no tendriamos tiempo de sentirnos intranquilos o desesperados. Usualmente reaccionamos y actuamos por impulsos, privando a nuestra inteligencia de la oportunidad de conocer y dilucidar todas las aristas del problema. Revisemos cuatro ideas basicas para generar serenidad en nuestro interior:
– Evitar “encerrarse” en si mismo: Encontramos mejores soluciones cuando buscamos el apoyo y el consejo de aquellas personas que gozan de nuestra confianza (los padres, un buen amigo, algun director espiritual, un profesor, etc.) , porque sabemos de antemano que su opinion estara siempre de acuerdo a la razon, la verdad y la justicia.
– Concentrarse en una labor o actividad: Parece contradictorio pensar en mantener la atencion rodeados de tanta tension y preocupacion, pero es posible salir de ese estado encaminando nuestros esfuerzos a realizar nuestras labores con la mayor perfeccion posible. Lo que necesitamos es liberar nuestra mente, salir del circulo vicioso y estar en condiciones de analizar las cosas con calma. No existe mejor distraccion que el propio trabajo y la actividad productiva.
– Gozar de la alegria ajena: Normalmente las personas que nos rodean se percatan de nuestro estado de animo. Por que volvernos chocantes y agresivos? Los hijos, el conyuge, los companeros de trabajo no tienen la culpa, tampoco son indolentes a nuestro sentir, simplemente intentan hacernos pasar un momento agradable, no debemos alejarnos, ni rechazar estas pequenas luces que iluminan nuestro dia. Escucha las anecdotas, sonrie, ayuda a tus hijos a hacer la tarea.. Aprovechalos!
– Cuidarnos fisicamente: Parece elemental y obvia esta observacion, pero hay personas que se sienten afectadas de tal modo que dejan de comer y dormir por sus preocupaciones. Todos sabemos que las personas se vuelven mas irritables ante la falta de alimento y descanso, por lo tanto, este descuido merma nuestra capacidad de analisis y decision.
Seguramente todos hemos tenido la experiencia de “distraernos del problema” sin darnos cuenta; cuando volvemos a ser conscientes del mismo, nos sentimos liberados de la ansiedad y el pesimismo, es entonces cuando podemos pensar y decidir.
La serenidad hace a la persona mas duena de sus emociones, adquiriendo fortaleza no solo para dominarse, sino para soportar y afrontar la adversidad sin afectar el trato y las relaciones con sus semejantes.
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