Si nuestra epoca pudiera tener un nombre se llamaria “prisa”. Como esperamos que nuestra vida tenga mas cordura y sea mas amable a los demas si todo lo queremos “ya”? Nuestra vida se desenvuelve a un ritmo vertiginoso: demasiada prisa para hacer, para llegar, para resolver asuntos personales y del trabajo, fricciones que surgen cada dia con las personas, citas urgentes. Si nuestra epoca pudiera tener un nombre se llamaria “prisa”. Por eso es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar un poco sobre el valor de la paciencia, para no dejarnos abrumar y tampoco seguir esa carrera loca que va a toda marcha. Como esperamos que nuestra vida tenga mas cordura y sea mas amable a los demas si todo lo queremos “ya”?
La paciencia es el valor que hace a las personas tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse; moderando sus palabras y su conducta para actuar de manera acorde a cada situacion.
Al encontrarnos con personas que a nuestro juicio siempre son molestas, inoportunas o “lentas”, podemos caer en el error de fingir una actitud paciente, es decir, dar la apariencia de escuchar sin alterarse ni expresar emocion, buscando escapar de la situacion lo mas rapido posible dando respuestas breves y un tanto cortantes, eso si, procurando que no se den cuenta para no herir los sentimientos; a esto se le llama indiferencia, insensibilidad ante el estado de animo de los demas.
Uno de los grandes obstaculos que impiden el desarrollo de la paciencia, es, curiosamente, la impaciencia de esperar resultados a corto plazo, sin detenerse a considerar las posibilidades reales de exito, el tiempo y esfuerzo requeridos para alcanzar el fin:
– El hacerse de demasiadas actividades produce ansiedad y prisa, quedando un amargo sabor de boca y mal humor por no terminar todo lo que hemos iniciado. En pocas palabras, debe haber moderacion, ser conscientes de nuestros alcances para evitar contraer demasiados compromisos que posiblemente no podamos cumplir.
– Otro ejemplo clasico se da en el ambito laboral con el personal de reciente contratacion, su curriculum y proceso de seleccion muestran los conocimientos y capacidad necesarios para desempenar el puesto, sin embargo, cada labor especifica requiere de un proceso de adaptacion a las politicas, modalidades, normas y estilos del centro de trabajo; no se puede descartar a una persona a las dos semanas de iniciar su desempeno por no lograr una rapida adaptacion.
– El ahorrar puede ser un forma de medir nuestra paciencia, no importan las cantidades ni la frecuencia con que se acumulen , la constancia nos llevara a reunir la suma necesaria para adquirir el auto, el juguete o realizar ese viaje que tanto hemos sonado. Si quitamos la vista del objetivo, terminaremos por gastar lo poco que hemos reunido, y nuestra meta sera cada vez mas lejana e inalcanzable.
– Aunque en tono ironico se dice que son los hijos quienes nos proporcionan una fuente inagotable de paciencia, no deja de ser verdadero en cierta forma. La impaciencia que manifiestan los padres, en gran parte se debe al querer que los hijos razonen y actuen como adultos, “es que no piensas?”, “te dije que lo hicieras asi..”, son algunas de las mas comunes frases empleadas por los padres en su desesperacion. No debemos olvidar que la madurez se da con el tiempo, la experiencia y la formacion que reciben los hijos. Claro esta que hay chicos que son mas traviesos, el reto es tener la habilidad para educarlos pacientemente y de la mejor manera posible.
Existen otros retos no menos importantes para el desarrollo de la paciencia, que se refieren especificamente al hecho de soportar y tolerar las contrariedades inesperadas; por ejemplo:
– Soportar las molestias del clima a traves del arduo trayecto a la oficina y la escuela, con cientos de autos circulando a nuestro alrededor. – Ser tolerantes al realizar tareas con otros, ante su falta de destreza, conocimiento o pericia para realizar las cosas. Se da con el trabajador que no ha entendido como presentar un informe, con la empleada del hogar que no sabe como deseamos que limpie la casa, con los hijos que no entienden las matematicas.. La paciencia debe llevarnos a ensenar la manera de hacer las cosas, al ofuscarnos los resultados suelen ser totalmente contrarios a nuestros deseos.
– La predisposicion que tenemos al acudir a aquel lugar donde “siempre me hacen perder el tiempo”. Por que disgustarnos innecesariamente?, lleva una revista o un libro para ocupar tu tiempo mientras haces fila en una ventanilla o en la sala de espera del consultorio.
– Mostrar “buena cara” cada que nuestro jefe o companero de trabajo, nos pide que le hagamos el mismo favor de siempre. En vez de mostrar impaciencia y hacer las cosas de mala gana, lo mas sano es contar con esa actividad como si fuera fija, dentro de nuestro tiempo y quehaceres, solo asi podremos realizarla gustosamente.
Nada ganamos con la desesperacion, antes de reaccionar debemos darnos tiempo para escuchar, razonar y en su momento actuar o emitir nuestra opinion.
La paciencia siempre tendra sus recompensas: mantener y mejorar las relaciones con la pareja y los hijos, los companeros de trabajo (incluyendo jefes y subordinados); tener amistades duraderas; obtener los resultados deseados en aquella labor a la que hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo
La persona que vive el valor de la paciencia, posee la sensibilidad para afrontar las contrariedades conservando la calma y el equilibrio interior, logrando comprender mejor la naturaleza de las circunstancias generando paz y armonia a su alrededor.
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