El valor que nos recuerda la importancia de vivir y comportarse dignamente en todo lugar. Posiblemente uno de los valores que habla mas de una persona es la decencia, para vivirla se rnecesita educacion, compostura, buena presencia y respeto por los demas, pero es muy notable la delicadeza que guarda respecto a la sexualidad humana y todo lo que de ella se deriva.
La decencia es el valor que nos hace conscientes de la propia dignidad humana, por el se guardan los sentidos, la imaginacion y el propio cuerpo, de exponerlos a la morbosidad y al uso indebido de la sexualidad.
Cuando una persona deja de vivir este valor, su personalidad sufre una transformacion poco agradable: muchas de sus conversaciones hacen referencia al tema sexual; continuamente busca algo que estimule su imaginacion y sentidos (revistas, peliculas, internet, etc.); la mirada se vuelve inquieta, buscando enfocarse en personas fisicamente atractivas; asiste a espectaculos y lugares donde la sexualidad humana es solo una forma de tener placer..
Una vez que se entra en este circulo todo cambia de dimension, de considerar como importantes los aspectos mas humanios de las persona (inteligencia, cualidades, sentimientos), ahora es la presencia y atraccion fisica lo que cuenta por el placer que pueda obtenerse, debido a que los afectos ya no importan.
Faltar a la decencia hace que las relaciones con personas del sexo opuesto sean inestables y poco duraderas, fundamentadas en la busqueda de placer, con una evidente falta de compromiso y obligaciones. Por eso no debe sorprendernos el aumento de infidelidades y divorcios; jovenes que cambian de pareja con mucha faciliad, madres solteras, orfandad, abortos..
Lamentablemente, parece ser que en determinadas empresas el poseer un buen fisico y poca calidad moral son los requisitos para obtener un empleo, debido a ello, muchas son las mujeres que pierden “estupendas” oportunidades de trabajo, por vivir la decencia, por no permitir que se abuse de su condicion. Politicas empresariales? Seguramente son las personas al frente de los recursos humanios, quienes abusando de su posicion pretenden aprovecharse de la necesidad que los demas tienen. Asi es, una sola persona es capaz de destruir la imagen de una empresa.
Al vivir este valor se garantiza la union y estabilidad familiar, los hijos pueden contar con la presencia y ayuda de ambos padres; los jovenes descubren que la verdadera realizacion personal no se alcanza con la satisfaccion de los placeres, sino a traves de el desarrollo profesional, el trabajo y la formacion intelectual; y socialmente las personas no tendrian que preocuparse de la calidad moral de los ambientes que le rodean.
En medio de un ambiente que parece rechazar las buenas costumbres y se empena en cerrar los oidos a toda norma moral, emerge la personalidad de quien vive el valor de la decencia: una forma de vestir discreta, con buen gusto, elegante si lo amerita la ocasion; sus conversaciones no tienen como tema principal el sexo; en su compania no existe la incomodidad de encontrar miradas obscenas; su amistad e interes son genuinos, sin intenciones ocultas y poco correctas.
Esta personalidad en ningun momento se asusta ante la sexualidad humana, se puede afirmar que la conoce y entiende con mucho mas perfeccion que el comun de las personas. Conocedor de su propia naturaleza, evita los espectaculos, imagenes, conversaciones y companias que puedan despertar susensualidad. No es su proposito fingir que no tiene esas inclinaciones, les da su lugar, su importancia; ha decidido que lo mas valioso del hombre se alcanza a traves del entendimiento, el autodominio, el trabajo y la sana convivencia con sus semejantes.
La persona decente hace valer la integridad de su comportamiento, cuida de que no existan interpretaciones equivocadas sobre su conducta: evita trasnochar sin necesidad; se informa con anterioridad sobre los espectaculos y lugares a los que desea asistir y no conoce; aunque trata a todo las personas con respeto y cortesia, evita las companias cuya conducta es incompatible con su formacion.
Para vivir mejor el valor de la decencia, puedes considerar como importante:
– A toda costa debes evitar el ocio y la soledad. En estas circunstancias, la sensualidad se despierta facilmente.
– Manifiesta respeto por los demas. Cuida que tu mirada no ofenda o incomode a las personas del sexo opuesto. Evita que tus conversaciones y bromas hagan alusiones a la sexualidad.
– Ten especial cuidado con tu forma de vestir. Los atuendos demasiado cortos o ligeros, efectivamente hacen que te conviertas en centro de atencion, pero no te hace lucir con formalidad, ademas, puedes llevarte una sorpresa al descubrir las intenciones que despiertas en los demas.
– No vivas con ingenuidad pensando que tu educacion y principios bastan para vivir decentemente. Evita las ocasiones y los medios que pongan en peligor tu integridad: revistas, espectaculos, peliculas e incluso companias.
– Al cuidar tu mirada formas un caracter recio: Evita observar con insistencia a las personas, esto simpre demuestra intenciones poco honestas.
– No basta ser decente, es necesario actuar como tal: sin cometer falta alguna, se pone en entredicho la honorabilidad de una jovencita que llega a su casa en la madrugada, sobre todo si salio con el novio y en automovil; lo mismo ocurre con la mujer casada que viste con prendas demasiado cortas; quien adquiere revistas con publicidad demasiado sugestiva, aunque el contenido haya sido el proposito..
La persona que se preocupa por vivr el valor de la decencia en los detalles mas minimos, paralelamente despierta confianza en los demas por la integridad de su conducta; sus relaciones son estables porque se basan en el respeto y el interes autentico que tiene por colaborar con los demas.
Tal vez por eso la decencia es motivo de burla, porque no es un valor para timidos y cobardes que se dejan llevar por lo que la comodidad y el placer dictan, es un valor que templa el caracter. lo fortifica y ennoblece.
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